El diagnóstico diferencial se refiere al procedimiento por el cual se determina un trastorno, unsíndrome, una estructura psíquica, una entidad nosológica y de forma general cualquier estado de la salud o enfermedad de tipo psicológica. 

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El propósito es describir, explicar y diferenciar el cuadro sintomatológico de la persona. 

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Para realizar un efectivo y certero diagnóstico es necesaria la creación de una historia clínica completa y la aplicación de una batería de pruebas psicológicas (tanto psicométricas como proyectivas) que permitan conocer y explorar aspectos del individuo como: la personalidad, sus relaciones interpersonales, la emoción, sus procesos conscientes e inconscientes, el lenguaje, el nivel de  inteligencia, de atención, de memoria, la percepción, la motivación, etc. 

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El diagnóstico permite un entendimiento profundo del sujeto, lo que además de las ganancias que se suelen presentarse en la esfera personal y familiar, permite crear una línea de trabajo que sea la más adecuada para el paciente.